viernes, 8 de septiembre de 2017

¿Ya no somos unschoolers?


En uno de nuestros vlogs más recientes conté que Damián está preparando un examen de inglés. El primer examen de su vida, en realidad. Es un examen oficial de Cambridge y es la primera vez que estudia algo de manera formal. Conté, también, que quiere empezar a estudiar filosofía y que he buscado un programa para ello.


 


Hubo un comentario interesante que pensé que sería mejor contestar en un artículo aquí en el blog, para que no se pierda en Youtube y para poder explicarme bien.

La verdad es que, cuantos más años pasan, más me cuesta explicar qué es el unschooling y cómo se hace. También es verdad que cada vez me interesan menos este tipo de etiquetas, aunque en ocasiones son muy útiles. Ha sido muy útil, en nuestro caso, porque el unschooling es una filosofía educativa muy completa y coherente, donde todo tiene un sentido, y por eso conocer sus fundamentos es de mucha ayuda en momentos de duda.

La pregunta, entonces, no sólo no me sorprende sino que la agradezco inmensamente: si va a estudiar inglés y filosofía de manera formal ¿significa que ya no es unschooler?


La respuesta más honesta es que nos da bastante igual si es o deja de ser unschooler. Eso es lo de menos.

La respuesta más adecuada para satisfacer la curiosidad de todos aquellos que queréis saber más sobre el unschooling es ésta:

El unschooling consiste en proveer a los niños de un entorno adecuado para que el aprendizaje pueda suceder. Ese entorno incluye tanto lo material, como lo afectivo, como lo experiencial. No se pone el énfasis ni en la enseñanza ni en los objetivos (académicos) a conseguir. Es cierto que, de entrada, no trabajamos con entornos similares a los escolares, que nos resultan sumamente artificiales. Pero en ocasiones algún niño puede elegir utilizar algún recurso escolar, como un libro de texto o un curso de alguna materia en concreto. Entonces lo importante es descubrir el por qué de esa elección. Puede haber muchos motivos. Puede que, simplemente, le gusten cierto tipo de recursos, como a mi me encantan los cuadernos de verano y a mi hijo cuando era pequeño le encantaban las fichas de preescolar. Los veíamos como pasatiempos. Puede que tenga interés un aprender algo en concreto y no haya sido capaz de encontrar otro tipo de recurso (y, en este caso, es trabajo de los padres investigar  y ofrecer otras opciones). Puede que quiera tener la experiencia de hacer lo mismo que sus amigos (y que "todo el mundo") hacen en la escuela.

En el caso de Damián suceden dos cosas: quiere tener la experiencia de hacer un examen oficial. Y para prepararlo es necesario que aprenda cómo se hacen estos exámenes, qué tipo de ejercicios le van a pedir que resuelva, cómo trabajar contrarreloj, etc.

Por otro lado, le interesa mucho la filosofía y está en una edad en que el cuerpo empieza a pedirle un trabajo algo más estructurado. Le apetece probarlo. No sabemos si durará dos días, dos semanas o dos años. Lo importante es que ha expresado ese deseo y nosotros hemos puesto los medios necesarios a su alcance, como siempre.

¿Es eso unschooling? Yo diría que sí.
Pero, si no lo es, nos da absolutamente igual.






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