lunes, 19 de agosto de 2013

Anarcocapitalismo y la no escolarización





Aviso: este post lo escribo para mis amigos (y no tan amigos) autodenominados anarcocapitalistas. Si tú no eres uno de ellos y quieres dar tu opinión, puedes dejarla en los comentarios, pero no intentes comenzar un debate ideológico sobre el anarcocapitalismo o sobre el liberalismo, porque no es el punto de este post. Si te interesa el tema, hay otros foros donde gustosamente acogerán un debate de ese tipo. Gracias.





A lo largo de cinco años he escuchado, leído y rebatido muchas objeciones al homeschooling. Algunas son ya clásicas e incluso comprensibles. Algunas se hacen desde la buena fe y otras, no, pero puedo asegurar que todas se hacen desde la ignorancia.

A veces, además, las objeciones sorprenden por provenir de determinadas personas y que se repiten en ciertos sectores. Es el caso de los liberales de diversas tendencias (da igual que sean  austríacos, minarquistas, objetivistas, agoristas o anarcocapitalistas o cualquier otro apellido que le quieran poner) hay cuatro objeciones que no debería molestarme ni en rebatir porque entran en conflicto con el concepto mismo de liberalismo, lo cual delata al auto-denominado liberal que las arguye.

La primera es el positivismo jurídico. Es decir, no entrar a debatir si la no escolarización puede ser buena o deseable, ni a si la ley debería o no permitirla ni en qué condiciones, sino limitar el debate a si la ley vigente lo permite o no. Es el clásico: "no se puede educar en casa porque la ley no lo permite". Primer error: no todo lo que la ley permite es bueno ni todo lo que la ley prohíbe es malo. Más aún: al colgarte la etiqueta de anarcocapitalista estás diciendo que defiendes el uso de la contraeconomía como estrategia válida para lograr cambiar el status quo. Así que ¿¿homeschooling no porque la ley (según tú) no lo permite pero mercado negro sí porque... ??

La segunda objeción es la de las titulaciones. Estos te dicen un "sí, pero". O sea, sí, en un plano teórico el homeschooling es deseable, pero en la práctica es inviable porque nuestros hijos necesitan un título oficial para poder trabajar. Eso es mentira en muchos casos. Es mentira si tu hijo es emprendedor. Es mentira si tu hijo es artista. Es mentira si tu hijo es político (algo que no le deseo a nadie). Y es mentira si tu hijo es activista anarcocapitalista y decide dedicarse al mercado negro.

La tercera objeción hace referencia al dinero y la intendencia doméstica. Sorprende que haya anarcocapitalistas que no conciban la existencia de familias con una composición distinta a la clásica padre+madre+hijos y que den por hecho que uno de los dos  ha de sacrificar su carrera profesional para dedicarse a educar a los hijos en casa. No voy a extenderme sobre este tema porque ya lo hice aquí.

La cuarta objeción, tal vez la más sorprendente, es la que alega la sumisión a la sacrosanta división del trabajo. Estos te dicen que seguro que sí, que el homeschooling es más eficiente que la escuela (sobre todo que la pública) pero que no les parece un método adecuado porque atenta contra la división del trabajo. Como si la división del trabajo fuera un mandamiento de Dios cuya infracción se castigara con el infierno o algo así. ¿Queréis división del trabajo? Entonces sed coherentes: contratad a un nutricionista que os diga qué debéis comer y a un cocinero que os lo prepare; contratad a un monitor de tiempo libre que juegue con vuestros hijos; contratad a un estilista que os diga qué ropa debéis poneros cada mañana; tirad la basura al suelo para que los barrenderos puedan hacer su trabajo. A todos ellos, por supuesto, debéis pedirles sus titulaciones  debidamente homologadas por el Estado y hacerles un contrato cumpliendo con toda la legalidad vigente. De cultivar vuestro propio jardín, ni hablamos. 



Ahora, por si alguno tiene verdadero interés por el tema, aquí os dejo algunos nombres para que investiguéis: John Taylor Gatto, Stefan Molyneux, David Friedman y Murray Rothbard.



16 comentarios:

  1. Los liberales que yo conozco suelen ser gente normal; es decir, gente que encuentra dificultad en conciliar sus creencias políticas o sociales con sus acciones.

    Habitualmente, racionalizan su miedo al cambio con toda suerte de argumentos más o menos razonables.

    Creo que la acción es siempre más elocuente y que según pase el tiempo y la educación fuera de la escuela vaya siendo menos rara, la gente --liberal o no-- irá eliminando parte de sus reticencias a otras opciones educacionales.

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    1. Gracias por tu mensaje, Homo Minimus. Comprendo que no siempre es fácil conciliar las creencias con las acciones, especialmente cuando van tan a contracorriente. Comprendo que alguien sea liberal (en cualquiera de sus versiones) y escolarice (incluso en el sistema público) pero de ahí a atacar a quienes hemos optado por otras vías, va un mundo. Es más, con eso demuestran que lo de liberal sólo es una bonita etiqueta.

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  2. El que se denomine liberal y no defienda la libertad educativa, que revise en profundidad su concepto de Libertad.

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    1. He ahí la cuestión. No es sólo lo que hagas o dejes de hacer con tu vida. Es también dejar vivir a los demás.

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  3. Discuto el punto 2 si se me permite, eso de que la titulación no es necesaria si nuestro hijo va a ser político, artista o emprendedor.
    El problema es que no sabemos qué va a ser nuestro hijo una vez adulto, o alcanzada cierta madurez, con lo cual, si no elige o no ejerce por cualquier razón alguna de esas profesiones nombradas, puede tener un serio problema para acceder a muchos puestos de trabajo.

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    1. "Discuto el punto 2 si se me permite, eso de que la titulación no es necesaria si nuestro hijo va a ser político, artista o emprendedor. " Es que esto no es discutible, es un hecho.

      Lo que sí es cierto es que no sabemos qué van a ser nuestros hijos de mayores, pero eso no justifica que se les tenga encerrados durante 10 o 12 años para sacarse un título que fácilmente pueden conseguir con pocos meses de estudio. Y no me lo invento, hay muchos homeschoolers que han demostrado que esto es posible. Es más, muchos de estos niños tienen claro que lo quieren hacer a una edad mucho más temprana que los escolarizados, precisamente porque han podido disponer de todo su tiempo para probar cosas diferentes y para conocerse a si mismos. De modo que no es extraño encontrar homeschoolers que a los 12 años ya tienen clarísimo qué camino quieren seguir, por lo que si este camino pasa por la educación reglada pueden incorporarse sin problema.

      Otra cosa es que como padres nos guste (o les guste a algunos) planificarles la vida a veinte años vista, una actitud que puede tener graves consecuencias para el hijo y para la relación familiar.

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    2. Tenemos -y supongo que muchos conocemos a gente así- un amigo que de joven se dedicó a estudiar FP y se hizo electricista. Pero es muy emprendedor y su vida abarca variedad de intereses. Hace unos años decidió que quería estudiar informática en la universidad, y después de un par de años preparando el acceso para mayores de 25 (por esa época tenía ya cerca de 40), lo ha conseguido. Está estudiando lo que le gusta y a su ritmo.

      La vida cambia mucho y de forma inesperada a veces. Mejor es darles las herramientas para que decidan lo que quieren hacer con su vida y cómo conseguirlo, que llevarles por el camino 'marcado' socialmente que a veces sólo produce gente desmotivada.

      1beso.

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  4. Aunque yo no estoy de acuerdo con la escolarizacion en casa, creo que anonimo esta equivocado en cuanto a su razonamiento. Hoy en dia hay un problema de titulitis y desmotivacion. Creo que lo mejor es tener personas motivadas por formarse y ser formadas, con actitud y aptitud. Que es mejor, un trabajador que lo da todo por sabido u otro que esta deseoso por saber? Creo que nos iria mejor buscando perfiles y competencias en lugar de titulos.

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    1. Cierto. Por eso cada vez más universidades admiten a los homeschoolers (y empezaron a hacerlo las más prestigiosas de los Estados Unidos) porque saben que tienen otra actitud ante la vida y ante los estudios, que siguen siendo creativos, que siguen haciendo preguntas, que son curiosos, que llegan a soluciones creativas y tienen pensamiento crítico. Y que están allí porque quieren y no porque los han mandado ni porque era el siguiente paso lógico después de los anteriores ciclos educativos/escolares.

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  5. ¡Muy bien dicho doña Laura!

    Algún día tendré que escribirla para preguntar por sus seminarios para ir con mi mujer :)

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    1. ¡Gracias! El 19 de septiembre a las 5pm hora peninsular española doy un seminario online. En unos días pondré aquí toda la información.

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  6. Hay trabajos que no permiten compaginarlo con los hijos; sobre todo si son trabajos activos y que dependen de uno mismo. Si son trabajos de "oficina sentado" en una multinacional, quizás sí sea compatible. Pero otros trabajos más dinámicos es casi imposible. Los hay que necesitan completa dedicación, que te tienes que mover de reunión en reunión, que tienes que hacer llamadas, que necesitas concentrarte en el momento justo si no pierdes un cliente, etc...

    En estos trabajos, no te puedes ir "desconcentrando" o estar pendiente de las necesidades (que las tiene) de tu hijo. Si Steve Jobs hubiese "trabajado desde casa", o "llevado a sus hijos a su trabajo", hoy no tendríamos ni iPhone, ni iPad.

    Cada persona es un mundo, y lo que sirve para unos (educar a tus hijos desde casa), puede no servir para otros. Y, ojo, que no estoy diciendo que no se pueda educar a tus hijos desde casa (sí se puede en algunos casos específicos). Solo digo que no todo el mundo lo puede hacer.

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    1. Totalmente de acuerdo: hay trabajos incompatibles con la educación en casa. También hay personalidades incompatibles con la educación en casa. No pretendo que todo el mundo *deba* educar en casa pero sí me gustaría que la gente fuera más honesta cuando justifica su decisión de no hacerlo, porque el que realmente quiere, encuentra la forma de hacerlo.

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  7. El anarcocapitalismo es tan relativamente nuevo, que hasta ellos mismos andan más perdidos, ideológicamente, que los "anarcofuncionarios" de la CGT. Pretender un anarquismo con un mínimo de Estado y a la vez escudarse en leyes "vigentes" para limitar un debate, que de primeras, es más liberal que el propio liberalismo deja mucho que desear de esos conocidos tuyos. Existen más leyes que derechos, es decir, más obligaciones, por lo que nuestros derechos son ninguneados y aquí se acaba nuestra libertad. ¿Qué anarcocapitalista quiere eso?, ¿o lo que pretenden, sólo, es la liberación económica pero seguir con la escolarización prusiana obligatoria para crear una nación, como dijo John D. Rockefeller, "of workers, not thinkers"?. Creo que esas personas tienen más prejuicios que etiquetas, o al menos sus ideales no coinciden con su ideología. Saludos!

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  8. Bravo Laura !!!

    Ese es el problema de los que se llaman Liberales que de Liberales tienen poco, si incluso tenemos hasta funcionaros politicos en este pais que se denominan a si mismo liberales.

    Gracias Laura por ser libertaria de verdad y abrir camino haciendo estas cosas tan dificiles a veces que haces y abriendo camino el verdadero camino de la LIBERTAD.

    Te admiro !!

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  9. Gracias Laura por tus comentarios y pensamientos. Una luz en la maraña de instintos y desviaciones sociales. Los derechos individuales estan por encima de los colectivos, aunque no diga con esto que deban ser contrarios. Un abrazo desde el otro lado del Atlantico, desde donde tambien te seguimos!

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