Sigo blogs de temáticas diversas (MUY diversas, de hecho) pero parece que la educación y la crianza son temas que me persiguen, de algún modo, o que los atraigo y aparecen en sitios a veces inesperados.
Marc Vidal publicó ayer en su blog sus respuestas a cinco preguntas que otro bloguero había recopilado en Twitter para él. Vidal es emprendedor e inversor y es considerado una de las 10 personas más influyentes de internet en España.
Una de las preguntas que le hicieron es ésta:
Alguien como tú Marc, que tiene una actitud envidiable, creativa, visionaria, que emprende proyectos con tanta pasión, ha debido adquirir en buena parte, esta forma de ser en sus orígenes; qué tipo de educación familiar o hábitos tuviste o te transmitieron en casa para ser como eres ahora?
Parte de su respuesta me gustó especialmente y decidí traerla aquí para compartirla con vosotros (y también, por qué no decirlo, para tenerla archivada y fácilmente accesible):
Cuando era pequeño, siempre intentaba hacer cosas diferentes, era muy curioso, quería probar. De la música saltaba a la pintura o bien intentaba escribir, también cambiaba de deporte favorito e incluso de equipo de fútbol. Como consecuencia era valorado como inconstante, carente de objetivos y caprichoso. Me costó muchos años entender que en lo que realidad hacía era buscar mi talento natural, y de hecho aún sigo haciéndolo, pero esta diversidad de inquietudes ha sido mi mejor aliada a lo largo de los años, me convirtió en todo y al mismo tiempo en nada, pero me dio una visión amplia. Viajé como no me lo podía pensar. He estado en un centenar de países, he conocido miles y miles de personas extraordinarias. He sufrido voluntariamente y he vivido al límite. Aún hoy sigo inquieto, mantengo la ilusión para probar y aprender y la firme idea de que mientras encuentras tu talento, el auténtico valor no está en lo que haces sino en cómo lo haces. Me enseñaron de pequeño que lo principal no era llegar, era ir.
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