Intenté enseñarle algo de vocabulario en inglés durante la comida de ayer. Inocente de mí, empecé con las clásicas palabras de objetos cotidianos, partes del cuerpo, etc.
Pero el niño tiene iniciativa y, mientras yo señalaba la mano y decía "hand", él preguntaba: "¿Cómo se dice sobaco?"
Y, mientras yo señalaba el tenedor y decía "fork", él preguntaba: "Cómo se dice tornillo?"
La noche del 15 de junio había eclipse total de Luna; llena, además. Como educar en casa tiene esa cosas estupenda de la flexibilidad y de aprender usando cosas, lugares y momentos del mundo real, hice un proyecto de ciencias con tres niños de seis años.
Primero leímos dos capítulos del Atlas del Universo: uno sobre el Sistema Solar y otro sobre los eclipses y vimos este documental, a partir del minuto 4:
Una vez introducido el concepto de eclipse, hicimos el clásico experimento casero con una linterna y dos pelotas, que hacían las veces de Sol, Tierra y Luna. Para comprender bien el fenómeno, reproducimos un eclipse de Sol y uno de Luna.
Después, mientras esperábamos que empezara el eclipse de verdad, cantamos un rato con Enrique y Ana (y en versión karaoke. Así, de paso, practicamos algo de lectura):
Les propuse un reto: dibujar un eclipse de Luna en una hoja en blanco. Primero, dibujaron el Sol, con los rayos apuntando hacia un lado de la hoja. Y, después, tuvieron que decidir dónde colocaban la Tierra y dónde la Luna. No fue fácil, pero lo consiguieron.
Y, para ponerle la guinda al pastel, por la noche vieron el eclipse en vivo y en directo. Apuesto a que esta "lección" no se les olvidará jamás.
Nos ha dado por la geografía. Tenemos una carpeta llena de banderas de países del mundo y de comunidades autónomas españolas y jugamos a adivinar de dónde es cada una.
Además, hemos encontrado esta página de mapas interactivos (ayer, a las 12 de la noche. Porque el homeschooling, como la teta, no tiene horarios).