Esto empezó siendo un estado de Facebook, pero se me fue un poco de las manos y pensé que era suficientemente largo y jugoso como para convertirse en post.
Decía esto:

Me fui a buscar las audioguías y los niños me dijeron que ellos se iban a apartar un poco mientras yo iba a reclamar. Vi otro mostrador (ése era el de información) que decía "educación" y allá me fui a reclamar. La chica fue muy amable, llamó por teléfono a sus compañeros de información y me dijo que fuera otra vez a hablar con ellos. Fui y plantaron sobre el mostrador una hoja de reclamaciones.
Me dijo: "Toma, una hoja de reclamaciones. Es lo que querías ¿no?"
A lo que obviamente le contesté que no, que lo que yo quería era otro juego de pistas y que no entendía esa norma tan absurda. Me repitió lo de la "unidad familiar" y le pregunté que qué entendían ellos por unidad familiar. Su respuesta fue: "¿han entrado juntos por la puerta o no?". Y sí que habíamos entrado juntos por la puerta, pero los niños no son hermanos, no viven juntos y, aunque lo fueran, tienen derecho a tener su propio juego. Insisto.
No obstante, como soy así de lista y diplomática, les pedí disculpas por no haber aclarado desde el primer momento que los niños no eran hermanos. Así que retiraron la hoja de reclamaciones y me dieron otro juego de pistas, no sin antes soltar unos cuantos tacos levantando excesivamente la voz y poniendo cara de fastidio absoluto.
Total, que sepáis que si vais al Museo del Prado con niños tienen ese juego, que ellos llaman de pistas pero que no lo es. Que es divertido pero muy mejorable. Y, sobre todo, que tenéis que entrar a los niños de uno en uno si queréis conseguir juegos para todos.
Iba a hacer una reclamación formal al museo para que cambien esa estúpida norma pero, como soy así de creativa, he decidido diseñar mi propio juego de pistas para mi hijo.